jueves, 22 de septiembre de 2016

Yo no vi la Hispanidad. Por E. Rus


Somos más, jalamos más parejo, para qué seguir a una panda de pendejos...

Debo ser sincero, no he visto el día de la Hispanidad, me pasa como con el voto, digo a ver si este año, pero luego me entra el sueño...

Bienvenidos una vez más a este su Blog, en que les ofrecemos otras secciones interesantes como estas y en que hoy, en la de "El Maestro aparece" les mostramos una reflexión, uno de esos pensamientos en alto.
Antes de comenzar, debo aclarar que no conozco el mundo militar, pero de hecho, sé que lo llevo en la sangre, soy mandón y además creo en el honor. He visto varias veces la peli de Tom Cruise y Jack Nickolson y encima, defender a los míos es una de mis máximas. El problema es cuando todo se tergiversa en aras a manipular y enfrentar a una sociedad, para que los cuatro de siempre hagan caja o nos tengan entretenidos mientras nos roban las pensiones y no, no me refiero al PP sino a todos ellos...


Hecho de menos un poco más de amarillo...
Una vez aclarado esto, los desfiles de los guerreros, cuando aún existían los mitos, se hacían por dos motivos: uno era para infundir valor en la batalla y para que los familiares, despidieran a sus padres o hijos; el otro era para celebrar la victoria, en caso de conseguirla. Hoy se han desvirtuado en demasiadas ocasiones, no voy a poner ejemplos para no ofender a nadie, pero ya no son lo que eran. Por eso, no me interesa el día de la Hispanidad, lo respeto, pero no lo veo, de hecho suelo estar leyendo el periódico, en Internet o escribiendo, sobre asuntos que creo más importantes, como el "hachazo" a la hucha de las pensiones del PP, con la connivencia de los demás, que no les han denunciado a Estrasburgo. De hecho nunca lo hacen, tu callas lo de la oveja negra y yo lo del niño blanco.

Pero hombre, si alguien tiene un cargo público, cobrando de mis impuestos, de los de mis hijos y nietos o de los de alemanes, ingleses o franceses, lo mínimo que tiene que hacer es ir. Lo decente es que hubieran ido todos y después, en el pleno o en entrevistas a medios, exponer sus criterios, que son legítimos y respetables. Luego, cuando pase el día, que expliquen sus ideas y sus argumentos, seguro que hasta tienen razón en más de uno y de dos, eso sí, con matices.

Lo indecente es creerse que están por encima del pueblo que les paga el sueldo, eso a un político suizo ni se le ocurre... pero este es un país bastante indecente. Este es un país cainita, cobarde, subvencionado y bastante inmaduro, que protesta en el bar, mientras permite con su voto lindezas como estas. Este es un país en vías de extinción, aunque si les sirve de consuelo, nos parecemos mucho a Grecia...

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